EL DESTINO DE LOS RESTOS DE DANTE ALIGHIERI

Con motivo de conmemorarse otra recurrencia de la muerte de Dante Alighieri, es el caso de rendirle homenaje con este recuerdo que sabe de novela y trama cinematográfica. Aprovecho también para rendir homenaje a la Orden de Frailes Menores Conventuales instituida, en 1209, por San Francisco de Asís, a quien Dante colocó en el Paraíso. Ello tiene su delegación aquí en Chile, en la ciudad de Curicó…

Por José Blanco Jiménez

Miembro Benemérito de la Societá Dantesca Italiana


En Curicó, el Padre Enrico Brocchi, de la Orden de los Frailes Menores Conventuales y el prof. José Blanco Jiménez
 

 

Dante Alighieri pasó los últimos años de su vida en Ravenna, como huésped del señor Guido Novello da Polenta, y murió allí la noche entre el 13 y el 14 de septiembre de 1321, probablemente de una malaria contraída en el pantano de Comacchio, al regreso de una embajada a Venezia.

No resulta que le hayan hecho una máscara fúnebre. Por lo menos, Giovanni Boccaccio, que escribió la vida del poeta y visitó Ravenna, no habla de ello. Recientemente, ha tenido notoriedad por el film “Infierno”, adaptación cinematográfica de la novela homónima de Dan Brown, pero esa sería una copia de la efigie sepulcral realizada por Pietro y Tullio Lombardo en 1483.

En el siglo XIX, era propiedad de Seymour Kirkurp, que la regaló a Alessandro D’Ancona y éste al Palazzo Vecchio de Firenze, en 1911.

Los restos mortales del poeta tuvieron, en cambio, un destino de novela policial. Fueron puestos en un sarcófago, que estaba a lo largo de la calle, fuera del claustro llamado de Braccioforte. A fines del siglo XV, por orden de Bernardo Bembo, podestá véneto de Ravenna, fue transferido al costado Oeste y los florentinos, que nunca permitieron el regreso de Dante a su ciudad natal, quisieron recuperarlo como difunto. Cuando Ravenna pasó bajo el gobierno pontificio, el Papa León X (hijo de Lorenzo, el Magnífico) ordenó su traslado en 1519, pero los enviados dentro del sarcófago no encontraron más que tres falanges y algunas hojas de laurel.

Los frailes de la Orden de Frailes Menores Conventuales instituida en 1209, por San Francisco de Asís (a quien Dante colocó en el Paraíso), habían substraído el cuerpo a través de un agujero en la muralla y en el sarcófago, probablemente porque consideraban a Dante como uno de ellos (al parecer, perteneció al Tercer Orden). 

El cajón de madera en que se conservaron los restos de Dante hasta su traslado al mausoleo actual.

EL GRAN HALLAZGO 

El destino de los despojos se habría de conocer sólo en 1865, cuando se echó abajo una parte del muro cercano a la capilla de Braccioforte. Allí se encontró una caja de madera —que yo vi en el Museo Dantesco— con la leyenda “Dantis ossa a me Fra Antonio Santi hic posita anno 1677 die 18 octobris” [Huesos de Dante, puesto aquí por mí Fray Antonio Santi el año 1677, el 18 de octubre], y en el fondo “Dantis ossa a me denuper revisa die 3 junii 1677” [Huesos de Dante, reconocidos nuevamente el 3 de junio de 1677]. Esto quiere decir que había habido sucesivas entregas de un fraile a otro.

A ese punto, habían acaecido otros episodios. Los huesos habían sido puestos nuevamente en la urna original cuando Camillo Morigia construyó el actual mausoleo por comisión de Luigi Valenti Gonzaga, cardenal legado en Romagna, cuyo escudo arzobispal se encuentra sobre la puerta. Éste ha sido construido sobre la tumba del siglo XV y tiene una planta cuadrada con forma de templito neoclásico, coronado por una pequeña cúpula, y sobre el arquitrabe la leyenda en latín: DANTIS POETAE SEPULCRUM.

En 1810, en pleno período napoleónico, por temor a que fuese robada como botín de guerra, la caja fue amurallada en el contiguo oratorio del claustro de Braccioforte y los frailes dejaron la ciudad. Cuando volvieron a encontrar la caja en 1865, en Firenze se había ya preparado una tumba, hecha por Stefano Ricci en 1829, con la Italia gloriosa y la poesía que llora, pero quedó como cenotafio hasta el día de hoy. Y ese mismo año Enrico Pazzi había terminado el monumento que ha sido colocado en la Plaza Santa Croce. 

El interior del templito.

SARCÓFAGO DE
ESTILO ROMANO
 

Fue sacada del templito durante la Segunda Guerra Mundial (para ser precisos, entre el 23 de marzo de 1944 y el 19 de diciembre de 1945) y fue sepultada a pocos metros bajo un túmulo de vegetación, que en recuerdo lleva una lápida.

La tumba propiamente tal consiste en un sarcófago de época romana con un epitafio en latín, escrito en 1366 por Bernardo Canaccio: “Iura monarchiae superos Phlegetonta lacusque / lustrando cecini volverunt fata quousque / sed quia pars cessit melioribus hospita castris / actoremque suum petiit felicior astris / hic claudor Dantes patriis extorris ab oris / quem genuit parvi Florentia mater amoris [Los derechos de la monarquía, los cielos y las aguas de Flegetonte (los Infiernos) canté visitando hasta que se cumplieron mis destinos mortales. Pero como mi alma fue huésped en lugares mejores, y aún más feliz alcanzó entre las estrellas a su Creador, aquí estoy encerrado, (yo) Dante, exiliado de la tierra patria, que engendró Firenze, madre de poco amor].

Encima se ve el ya recordado bajorrelieve de Pietro Lombardo (1483), que representa a Dante junto a un atril de lectura. A los pies, una guirnalda de bronce fue ofrecida por los sobrevivientes de la Gran Guerra. Desde el cielo raso pende una lámpara del siglo XVIII, alimentada con el aceite toscano que entrega Firenze cada año el 14 de septiembre a partir del año 1908.

 

CAMPANADAS AL OCASO 

Afuera, en el denominado Quadrarco de Braccioforte, una campana donada por las comunas italianas toca en el momento preciso del ocaso, recordando a todos los exiliados del mundo los eternos versos de Purgatorio VIII, 1-6: Era già l’ora che volge il disio a’navicanti —e‘ntenerisce il core lo dì c’han detto ai dolci amici: «A Dio!» – e che lo novo peregrin d’amore punge, s’e’ode squilla di lontano che paia il giorno pianger che si more. [Era ya la hora que vuelve el deseo a los navegantes – y enternece el corazón el día que han dicho a los dulces amigos: «¡A Dios!» – y que al nuevo peregrino hiere de amor, si él oye un tañido lejano que parece llorar el día que se muere]. 

La tumba y el túmulo de Dante en Ravenna.

DELEGACIÓN EN CURICÓ 

Los Frailes Menores Conventuales, a quienes se debe la conservación de los restos, tienen su delegación en Chile en la ciudad de Curicó, en el sector Vaticano, a cargo del Padre Tullio Pastorelli. ¡Vaya para ellos mis parabienes y reconocimiento! Pace e bene!

Dante Alighieri